Bolivia está atravesando un momento político histórico en relación a la salud pública, las poblaciones de las comunidades más alejadas de nuestro país en el pasado han sido olvidados, gobiernos anteriores dejaron secuelas graves que afectaron a nuestro pueblo.
Las políticas de cambio han dado la oportunidad de desarrollar nuevas maneras de acceder a nuestras poblaciones para, subsanar y ofrecer el derecho que por constitución nos corresponde, pero al mismo tiempo se trazaron líneas estratégicas para atacar temas de salud en general.
Parte de las políticas sociales de redistribución del ingreso que viene implementando el estado, corresponde incorporar una política orientada a garantizar el ejercicio del derecho fundamental a la vida y la salud, con la vigencia del derecho de las mujeres a la maternidad segura, así como el derecho inherente de toda niña o niño al proceso de desarrollo integral y la satisfacción de sus necesidades, intereses y aspiraciones consagrados en la constitución política del estado, coadyuvando a la disminución de la mortalidad de las mujeres gestantes y la desnutrición crónica de niños y niñas menores de dos años.
El Bono Juana Azurduy contribuye de manera directa con el cometido dentro de estas políticas de cambio, afrontando el reto e ingresando con incentivos a rincones alejados de nuestro territorio.
El camino aun continua y los retos se siguen presentando, estamos entusiasmados y comprometidos con nuestro país y su población.